Las publicaciones de Alan Mozo en sus redes sociales, donde invitaba a sus seguidores a unirse a grupos de apuestas deportivas y casinos a través de la plataforma Telegram, no serán motivo de sanción por parte de la Liga MX ni de la Federación Mexicana de Futbol (FMF). Así lo confirmaron fuentes cercanas a la Comisión Disciplinaria, quienes señalaron que este tipo de promoción no viola el código de ética deportiva.
El reglamento de sanciones de la Liga MX establece claramente que está prohibido participar de manera directa o indirecta en apuestas relacionadas con partidos de fútbol. Sin embargo, la promoción de casas de apuestas no se considera una infracción, especialmente en un contexto donde los propios equipos de la liga y la selección mexicana tienen acuerdos de patrocinio con este tipo de plataformas.
Desde la Liga MX ya hubo contacto con Chivas, y no hay sanción a perseguir por parte de Mozo. La promoción de una casa de apuestas no se considera sancionable, partiendo de que todos los equipos son patrocinados y promueven las apuestas deportivas, explicó una fuente cercana al caso.
Cabe destacar que este caso difiere del ocurrido en 2022 con la árbitra Valeria Andrade, quien fue sancionada por promover apuestas en redes sociales. Sin embargo, aquella decisión fue tomada directamente por la Comisión de Arbitraje y no por la Comisión Disciplinaria, lo que generó controversia en su momento y no sentó un precedente aplicable a los jugadores.
Alan Mozo compartió en sus historias de Instagram dos publicaciones en las que invitaba a sus seguidores a sumarse a un grupo de apuestas deportivas. Aunque estas acciones generaron debate entre los aficionados, no representan una violación al reglamento vigente.
La Liga MX, que también cuenta con patrocinios de casas de apuestas, ha optado por no tomar medidas disciplinarias en este caso, dejando claro que la promoción de estas plataformas no está contemplada como una falta sancionable.
Por ahora, Alan Mozo seguirá concentrado en su carrera con Chivas, sin preocupaciones adicionales derivadas de sus publicaciones en redes sociales. Este caso pone en evidencia la delgada línea entre la promoción de apuestas y la participación en ellas, un tema que sigue generando discusión en el mundo del fútbol.