Descubre el coche más loco de la historia: el Fiat 'Mefistófeles' que es SIETE veces más rápido que un coche promedio!

En el mundo del automóvil, hay ciertos vehículos que se destacan por su originalidad y habilidad para romper Records. Uno de esos vehículos es el Fiat 'Mefistófeles', un coche creado por un joven británico que, a primera vista, parece ser una creación del infierno.

El nombre 'Mefistófeles' proviene del personaje de la ópera 'Fausto', un demonio que se vende al diablo a cambio de conocimiento y poder. Este nombre resultó ser muy apropiado para este coche, ya que su creación fue considerada una verdadera obra maestra.

El Fiat 'Mefistófeles' fue construido en 1923 por un joven británico llamado Ernest Eldridge. Eldridge era un apasionado del automovilismo y decidió crear un vehículo que pudiera romper records de velocidad. Para lograr esto, utilizó un motor de aviación de 21,7 litros y 350 caballos de fuerza, que le otorgó al coche una velocidad impresionante.

Además del motor, el 'Mefistófeles' también contaba con piezas de autobús, lo que le daba una apariencia única y llamativa. Su chasis estaba construido a partir de un Fiat SB4 y su caja de cambios era una unidad manual de cuatro velocidades.

El 12 de julio de 1924, Eldridge llevó a cabo una prueba de velocidad en la carretera de Broooklands, en Inglaterra. Con su Fiat 'Mefistófeles', logró alcanzar una velocidad impresionante de 234,98 km/h, lo que le otorgó el record de velocidad en carretera en ese momento.

El 'Mefistófeles' es considerado uno de los coches más importantes de la historia del automovilismo, ya que demostró que era posible crear un vehículo que pudiera alcanzar velocidades extremadamente altas. Su legado ha inspirado a generaciones de constructores de coches y ha sido un referente en la creación de vehículos de alta velocidad.

Hoy en día, el 'Mefistófeles' se encuentra en el Museo de la Ciencia de Londres, donde es exhibido como un ejemplo de la innovación y la ingeniería en el automovilismo. Es un recordatorio de que, con imaginación y trabajo duro, es posible crear algo verdaderamente revolucionario.