Descubre el lado oscuro de la dictadura franquista: canciones prohibidas y censura implacable

La etnomusicóloga Maria Salicru-Maltas ha realizado una investigación exhaustiva que revela las interioridades de la censura franquista en la cultura musical, específicamente en la prohibición de canciones que se consideraban separatistas. Esta investigación detectivesca ofrece una visión profunda de la represión cultural que se vivió durante la dictadura franquista.

La investigación de Salicru-Maltas se enfoca en la nouvelle chanson, un género musical que surgió en la década de 1960 en Francia y se extendió por otros países europeos. La censura franquista consideraba a este género como una amenaza para la unidad nacional y la estabilidad política, ya que muchas de las canciones abordaban temas de resistencia y lucha contra la opresión.

La censura era extremadamente estricta y rigorosa, y cualquier canción que se considerara sospechosa era objeto de revisión y análisis. Los censores franquistas buscaban cualquier signo de disidencia o descontento con el régimen, y cualquier canción que se considerara que no se ajustaba a los ideales del franquismo era prohibida y retirada de la circulación.

La investigación de Salicru-Maltas revela que la censura no solo se limitaba a la música, sino que también se aplicaba a otros ámbitos de la cultura, como la literatura y el cine. La dictadura franquista intentaba controlar cualquier forma de expresión artística que pudiera considerarse subversiva o disidente.

La prohibición de las canciones separatistas fue una forma de represión cultural que buscaba silenciar a los artistas y músicos que se atrevían a cuestionar el régimen. Sin embargo, esta represión también sirvió como un catalizador para la creación de una cultura musical clandestina, que se desarrolló en la sombra de la censura oficial.

La investigación de Salicru-Maltas es un recordatorio importante de la importancia de la libertad de expresión y la necesidad de proteger los derechos culturales. La historia de la censura franquista en la cultura musical es un capítulo oscuro de la historia española, pero también es un testimonio de la resiliencia y la creatividad de los artistas y músicos que se negaron a callar.