¡Descubre la verdad incómoda sobre las emociones medievales!

La historiadora estadounidense Barbara H. Rosenwein se especializa en el estudio de las emociones a lo largo de la historia. En una entrevista reciente, compartió una anécdota interesante sobre cómo su carrera se vio influenciada por una teoría controvertida.

En una conferencia, Rosenwein escuchó a un colega afirmar que en la Edad Media la gente era impulsiva y se comportaba como niños. Sin embargo, lo que realmente estaba haciendo el colega era repetir una teoría del sociólogo alemán Norbert Elias, publicada en los años 40 pero que no se había traducido en Estados Unidos hasta los años 70.

Según Elias, las emociones en la Edad Media eran extremadamente impulsivas y carecían de control. En cambio, a medida que los Estados absolutistas se consolidaron, las emociones se volvieron más controladas y civilizadas. Rosenwein recuerda ese momento con incredulidad y decepción.

Esta teoría de Elias ha sido ampliamente aceptada en el ámbito académico, pero Rosenwein cuestiona su validez. Aunque no ofrece una respuesta definitiva, su trabajo ha demostrado que las emociones humanas son complejas y no se pueden reducir a simples categorías.

Rosenwein ha dedicado su carrera a estudiar las emociones a lo largo de la historia. Su trabajo ha demostrado que las emociones humanas son universales y que no hay un progreso lineal en la historia emocional. En cambio, las emociones han evolucionado y se han transformado a lo largo del tiempo.

El trabajo de Rosenwein es un recordatorio importante de que las emociones humanas son complejas y multifacéticas. En lugar de simplificar o reducir las emociones a categorías simples, debemos intentar comprender su complejidad y riqueza. Al hacerlo, podemos obtener una comprensión más profunda de nosotros mismos y de la historia que nos ha llevado hasta aquí.