Según información proporcionada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el uso de servicios públicos en Argentina sigue disminuyendo a un ritmo alarmante. Específicamente, se han registrado nueve meses consecutivos de retroceso en el consumo de servicios básicos como la recolección de residuos, el suministro de agua y el consumo de gas.

Los especialistas atribuyen este declive a una combinación de factores, principalmente el aumento significativo en las tarifas de los servicios públicos (conocidos como los "tarifazos") y la disminución del poder adquisitivo de los ingresos debido a la inflación. Esto ha llevado a que más argentinos reduzcan su consumo de servicios públicos esenciales.

Uno de los impactos más notables se observa en la recolección de residuos. La disminución en la frecuencia y eficiencia de este servicio ha llevado a problemas de salud pública y contaminación ambiental. Los residentes en áreas urbanas y rurales se ven obligados a buscar soluciones alternativas para el manejo de sus desechos, lo que a menudo resulta en prácticas insalubres y perjudiciales para el medio ambiente.

Otro servicio público que ha visto una disminución significativa en su uso es el suministro de agua. La falta de inversión en infraestructura y mantenimiento ha llevado a cortes frecuentes y una disminución en la calidad del agua. Esto ha llevado a que muchos residentes busquen fuentes alternativas de agua potable, lo que a menudo es costoso y no accesible para todos.

El consumo de gas también ha disminuido debido a la combinación de tarifas más altas y la disminución del poder adquisitivo. Esto ha llevado a que muchos residentes opten por uso de otras fuentes de energía, como la electricidad o el carbón, lo que puede ser peligroso y contaminante.

Es fundamental que los gobiernos y las empresas de servicios públicos tomen medidas para abordar esta crisis. Esto puede incluir la implementación de tarifas más justas y accesibles, la inversión en infraestructura y mantenimiento, y la promoción de prácticas sostenibles y eficientes en el uso de servicios públicos.

La disminución en el uso de servicios públicos es un problema complejo que requiere una solución integral. Es hora de que los líderes políticos y económicos trabajen juntos para encontrar una solución que beneficie a todos los argentinos y garantice el acceso a servicios públicos básicos y esenciales.