¿Estás perdiendo nutrientes al comer frutas y verduras de la forma equivocada?

Cuando pensamos en una dieta saludable, las frutas y verduras son protagonistas. Muchos creen que comer estos alimentos en su estado crudo conserva mejor sus nutrientes, pero ¿es siempre esta la mejor opción?

Los expertos en nutrición coinciden en que la mejor manera de consumir frutas y verduras depende de varios factores, como el tipo de alimento, el método de cocción y la forma en que se preparan.

Una de las principales ventajas de comer frutas y verduras crudas es que conservan mejor sus nutrientes. Al cocinar, se puede perder parte de la vitamina C y del ácido fólico, que son nutrientes esenciales para el organismo. Sin embargo, esto no significa que debamos comer todas nuestras frutas y verduras crudas.

Algunas verduras, como la espinaca y la zanahoria, contienen compuestos que se descomponen al cocinar, lo que puede hacer que sean más nutritivas. Por ejemplo, la espinaca cruda puede contener mucho oxalato, un compuesto que puede inhibir la absorción de calcio. Al cocinar la espinaca, se reduce el contenido de oxalato, lo que puede hacer que sea más fácil absorber el calcio.

Otros alimentos, como las verduras crucíferas (como el brócoli y la col), contienen compuestos que se activan al cocinar. Estos compuestos, conocidos como glucosinolatos, se descomponen en compuestos más simples que han demostrado tener propiedades anticancerígenas.

Por otro lado, algunas frutas y verduras pueden ser más difíciles de digerir cuando se comen crudas. Por ejemplo, la fibra puede ser difícil de digerir para algunas personas, y el cocinado puede hacer que sea más fácil de absorber.

En cuanto a las frutas, es importante destacar que algunas de ellas, como las fresas y las frambuesas, son muy delicadas y pueden perder su vitamina C rápidamente cuando se cocinan. En estos casos, es mejor comerlas crudas o congeladas para preservar sus nutrientes.

En conclusión, no hay una sola respuesta a la pregunta de si es mejor comer frutas y verduras crudas o cocinadas. La mejor manera de consumirlas depende del tipo de alimento, el método de cocción y la forma en que se preparan. Lo importante es incluir una variedad de frutas y verduras en nuestra dieta y experimentar con diferentes formas de preparación para encontrar la que mejor se adapte a nuestras necesidades y preferencias.