¡La casa de tus sueños o la pesadilla de Michael Jordan! La mansión que nadie quería comprar

Michael Jordan es uno de los nombres más reconocidos en la historia del deporte, especialmente en el mundo del baloncesto. Con seis anillos de campeón en la NBA, medallas de oro olímpicas y una carrera que lo convirtió en una leyenda, MJ, como se le conoce cariñosamente, también tuvo tiempo de invertir en una de las mansiones más lujosas y personalizadas que se puedan imaginar.

Ubicada en Highland Park, en las afueras de Chicago, esta mansión tiene una historia que vale la pena contar. Construida en 1995, la propiedad se convirtió en el hogar de Michael Jordan durante varios años. Con una extensión de tres hectáreas, la mansión cuenta con detalles que reflejan la personalización extrema que caracteriza a la propiedad, empezando por el gran número 23 que marca la entrada. Este detalle no es casual, ya que el 23 es el número con el que Jordan se hizo legendario en los Chicago Bulls.

La mansión en sí es un verdadero palacio. Con 5,202 metros cuadrados de espacio habitable, cuenta con nueve dormitorios, 19 baños, una biblioteca y múltiples salones diseñados específicamente para satisfacer los gustos del exitoso deportista. Uno de los salones más destacados es el salón para fumadores, donde Jordan disfrutaba de sus cigarros Partagás Lusitanias. El lujo y la opulencia son evidentes en cada rincón de la propiedad.

Además de los espacios internos, la mansión también cuenta con una serie de instalaciones y características que la convierten en un paraíso para cualquier amante del lujo y el deporte. Una gran piscina redonda de borde infinito con una isla de césped en el centro es solo el comienzo. La propiedad también incluye un gimnasio completamente equipado, una pista de tenis y un campo de golf decorado con banderines que llevan el icónico logo de Air Jordan. Para completar, un estacionamiento con capacidad para 15 autos y una segunda vivienda para invitados con tres dormitorios, una cocina y un salón.

Pero tal vez el detalle más sorprendente sea la cancha de baloncesto propia, adornada con logotipos y el nombre del GOAT (Greatest of All Time) de la NBA. Es como si la mansión hubiera sido diseñada específicamente para celebrar la carrera y el legado de Michael Jordan.

Con una fortuna estimada de 3,000 millones de dólares, según Forbes, Michael Jordan puso su mansión en venta en 2012 con un precio inicial de 29 millones de dólares. Sin embargo, encontrar un comprador dispuesto a pagar ese precio y que también fuera un fanático de Jordan resultó ser un desafío. Pasaron 12 largos años hasta que finalmente se encontró a un comprador dispuesto a adquirir la propiedad, aunque con una condición: el precio tuvo que ser significativamente reducido.

La agente inmobiliaria Katherine Malkin logró cerrar la operación con un comprador que optó por permanecer en el anonimato. El precio final de la transacción fue de 14,855,000 dólares, una cifra que, curiosamente, si se suma los cinco primeros dígitos, da como resultado el número 23. Un detalle que puede considerarse como un homenaje al legendario número de Jordan.

La venta de la mansión de Michael Jordan es más que una transacción inmobiliaria; es el capítulo final en la historia de una propiedad que fue diseñada para celebrar la grandeza de un deportista. Aunque el comprador prefirió mantener su identidad en secreto, es seguro que la mansión encontró un nuevo hogar donde su legado y el de su anterior dueño serán apreciados y respetados.