En el marco del Foro Económico Mundial, Roberto Bocca, director del Centro de Energía y Materiales del WEF, expresó su visión sobre el futuro de la energía en el mundo y cómo Colombia puede aprovechar las oportunidades que se presentan en la transición energética.
Según Bocca, en el corto plazo, la energía térmica seguirá siendo necesaria para satisfacer la demanda de electricidad en el mundo. Sin embargo, en el largo plazo, esta fuente de energía no renovable se volverá cada vez más obsoleta debido a la creciente conciencia sobre el cambio climático y la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
En este sentido, Colombia tiene una oportunidad única para liderar la transición energética en la región. El país cuenta con una gran diversidad de fuentes de energía renovable, como la hidroelectricidad, la eólica y la solar, que pueden ser aprovechadas para reducir la dependencia de la energía térmica.
De acuerdo con Bocca, Colombia puede aprovechar su posición geográfica y sus recursos naturales para convertirse en un líder en la producción de energía renovable en la región. Esto no solo beneficiaría al medio ambiente, sino que también crearía oportunidades de empleo y crecimiento económico para el país.
Para lograr esto, será necesario implementar políticas públicas que promuevan la inversión en energías renovables y fomenten la transición energética. Esto puede incluir la creación de incentivos fiscales para la inversión en energías renovables, la implementación de regulaciones que fomenten la generación de electricidad a partir de fuentes renovables y la inversión en infraestructura para la transmisión y distribución de energía renovable.
En resumen, la visión de Bocca es que la energía térmica es una necesidad en el corto plazo, pero que en el largo plazo, la transición energética hacia fuentes renovables es inevitable. Colombia tiene la oportunidad de liderar esta transición en la región y aprovechar los beneficios de la energía renovable para el medio ambiente, la economía y la sociedad.