La crisis que atraviesan los Dallas Cowboys no solo es un reflejo de su mala racha en el terreno de juego, sino también de las malas decisiones tomadas por su dueño y presidente general, Jerry Jones. La temporada que Tony Pollard está teniendo a pesar de no ser la primera opción en el equipo es un ejemplo claro de cómo las decisiones de Jones pueden ser cuestionadas.

La historia de Pollard en los Cowboys es una de superación y perseverancia. A pesar de ser una opción no tan destacada en el draft de 2019, el corredor ha demostrado ser una pieza clave en el ataque del equipo. Su velocidad, agilidad y capacidad para adaptarse a diferentes situaciones lo han convertido en un jugador versátil y valioso.

Sin embargo, la llegada de Ezekiel Elliott en 2016 cambió el panorama para Pollard. A pesar de ser una opción más eficiente y económica que Elliott, Pollard nunca fue considerado como la primera opción en el equipo. Esto se debió en parte a la influencia de Jones en las decisiones del equipo. El dueño de los Cowboys ha sido acusado de tomar decisiones basadas en la popularidad y el marketing en lugar de la eficiencia en el terreno de juego.

La decisión de Jones de pagar un contrato millonario a Elliott en 2019 es un ejemplo claro de esto. A pesar de que Elliott ya no era el mismo jugador que en sus primeros años en la liga, Jones decidió pagarle un contrato de 90 millones de dólares por seis años. Esto no solo fue una decisión costosa, sino que también limitó las opciones del equipo para fichar a otros jugadores.

Por otro lado, Pollard ha demostrado ser una opción más eficiente y rentable. Su contrato es significativamente menor que el de Elliott, lo que le da al equipo más flexibilidad para fichar a otros jugadores. A pesar de esto, Jones ha sido reacio a darle a Pollard un contrato más largo y mejor pagado.

La crisis actual de los Cowboys no solo es un reflejo de las malas decisiones de Jones, sino también de la falta de visión a largo plazo del equipo. La prioridad del equipo debe ser construir una base sólida y sostenible en lugar de depender de jugadores veteranos y costosos. La clave para el éxito a largo plazo es encontrar jugadores jóvenes y talentosos como Pollard y desarrollarlos en lugar de depender de jugadores veteranos.

En resumen, la crisis de los Cowboys es un reflejo de las malas decisiones de Jerry Jones. La temporada que Tony Pollard está teniendo a pesar de no ser la primera opción en el equipo es un ejemplo claro de cómo las decisiones de Jones pueden ser cuestionadas. El equipo debe aprender a priorizar la eficiencia y la sostenibilidad en lugar de la popularidad y el marketing. Solo así podrán recuperar su posición como uno de los equipos más fuertes de la liga.