Francia se ha llevado el bronce en un partido que será recordado por mucho tiempo, gracias a una parada 'in extremis' de Bolzinger que ha dejado con la boca abierta a todos los presentes en el estadio.
La tensión era palpable en los últimos segundos del partido, con el marcador empatado y la posibilidad de llevarse el bronce colgando de un hilo. Fue entonces cuando Antonio Areia, del equipo portugués, lanzó con fuerza hacia la portería francesa, dispuesto a dar la victoria a su equipo.
Pero Bolzinger, el guardameta francés, no estaba dispuesto a dejar que esto sucediera. Con una reacción rápida y una interventions casi sobrenatural, logró detener el lanzamiento de Areia y evitar que el balón entrara en la portería.
El estadio estalló en una ovación cuando el árbitro pitó el final del partido, confirmando la victoria de Francia por 35-34 ante Portugal. Los jugadores franceses celebraron su triunfo con gran euforia, mientras que el equipo portugués no podía creer lo que acababa de suceder.
Este partido será recordado como uno de los más emocionantes de la história del deporte, gracias a la parada de Bolzinger que ha permitido a Francia colgarse el bronce. La habilidad y la reacción del guardameta francés han sido clave para el triunfo de su equipo, y es seguro que su nombre será recordado por mucho tiempo en el mundo del deporte.