La tormenta de mentiras: cómo la DANA desencadenó una riada de desinformación

La DANA (Depresión Aislada a Niveles Altos) que azotó la región dejó a su paso no solo destrucción, muerte y dolor, sino también una oleada de bulos y desinformación que han generado confusión y desconfianza entre la población. Marta Fernández López, especialista en comunicación y desinformación de la Universidad de Valencia, nos ayuda a entender cómo la desinformación puede propagarse rápidamente en momentos de crisis y qué podemos hacer para protegernos de ella.

Según Fernández López, la desinformación puede surgir de varias fuentes, incluyendo las redes sociales, los medios de comunicación y las conversaciones informales. En momentos de crisis, la gente puede estar más susceptible a creer en información falsa o engañosa, ya que se siente más vulnerable y busca respuestas rápidas a sus preguntas.

Una de las formas más comunes de desinformación en momentos de crisis es la difusión de rumores y bulos. Por ejemplo, durante la DANA, se difundieron rumores sobre supuestas evacuaciones masivas, inundaciones catastróficas y destrucción de infraestructuras críticas. Estos rumores pueden generar pánico y confusión entre la población, y pueden llevar a la gente a tomar decisiones precipitadas que pueden ser perjudiciales para su seguridad.

Otro tipo de desinformación que se ha visto en momentos de crisis es la información falsa o engañosa sobre la situación en el terreno. Por ejemplo, se han difundido imágenes y videos falsos de daños y destrucción, que pueden ser utilizados para manipular la opinión pública y generar apoyo para ciertas causas o agendas políticas.

La especialista nos dice que la mejor forma de protegernos de la desinformación en momentos de crisis es ser críticos con la información que recibimos y verificarla a través de fuentes confiables. También es importante tener en cuenta que la desinformación puede ser difundida por personas con buenas intenciones, pero que carecen de información precisa o actualizada.

En cuanto a las redes sociales, Fernández López nos dice que es importante ser conscientes de que pueden ser un caldo de cultivo para la desinformación. Las redes sociales pueden permitir que la información falsa o engañosa se propague rápidamente, y pueden ser utilizadas para manipular la opinión pública. Sin embargo, también pueden ser utilizadas para difundir información precisa y actualizada, y para conectarnos con otros para obtener apoyo y solidaridad.

En resumen, la DANA ha dejado a su paso no solo destrucción y dolor, sino también una oleada de desinformación que puede tener consecuencias graves para la sociedad. Es importante que seamos conscientes de la desinformación y que nos tomemos el tiempo de verificar la información que recibimos, especialmente en momentos de crisis. También es importante que utilicemos las redes sociales de manera responsable y que nos conectemos con otros para obtener apoyo y solidaridad.