¡Lo que Willy Sabor vivió fue peor que cualquier terror!

El locutor radial y comediante Willy Sabor es conocido por su sentido del humor y su capacidad para hacer reír a sus oyentes. Sin embargo, en una entrevista reciente, Sabor compartió una historia que demostró que incluso los comediantes pueden experimentar momentos aterradores en sus vidas.

Según Sabor, la historia comenzó en una noche lluviosa, cuando se dirigió a su automóvil en un aparcamiento desierto. Mientras caminaba, notó que estaba bajo una lluvia intensa y decidió buscar un paraguas para protegerse. Encontró uno en el suelo y, pensando que estaba solo y no pertenecía a nadie, decidió llevárselo.

Lo que Sabor no sabía era que el paraguas en realidad pertenecía a alguien que había fallecido hacía poco. El dueño original del paraguas, un anciano, había muerto en el aparcamiento debido a una enfermedad repentina. El fantasma del anciano se había quedado en el lugar, y cuando Sabor se llevó el paraguas, el fantasma se sintió molesto.

La siguiente noche, Sabor recibió una llamada telefónica extraña. Al responder, escuchó una voz débil y temblorosa que le dijo: "Agarra el paraguas y me lo entierra". Sabor se sintió confundido y un poco asustado, pero decidió ignorar la llamada y no le dio mucha importancia.

No obstante, las llamadas telefónicas continuaron durante varias noches, siempre con la misma voz y el mismo mensaje. Sabor comenzó a sentirse incómodo y, finalmente, decidió investigar quién era el dueño original del paraguas. Cuando descubrió la historia del anciano que había fallecido, se sintió conmocionado y decidió hacer lo que la voz le pedía.

Sabor visitó el cementerio donde estaba enterrado el anciano y, con un poco de tristeza y respeto, enterró el paraguas en la tumba. Después de hacerlo, las llamadas telefónicas cesaron y Sabor se sintió aliviado. Aunque la experiencia había sido aterradora, Sabor reconoció que había aprendido una lección importante: siempre es mejor respetar las pertenencias de los demás y no ignorar las señales que nos envía el universo.