Los últimos datos del rover Curiosity de la NASA han ofrecido nuevos detalles sobre cómo Marte, alguna vez un planeta con lagos y océanos, se volvió inhabitable. El rover ha estado explorando la superficie marciana desde 2012 y ha recopilado una gran cantidad de datos que nos ayudan a entender mejor la historia del planeta rojo.
Según los científicos de la NASA, Marte habría tenido un clima mucho más caliente y húmedo en el pasado, con rios y lagos que flúan por su superficie. Sin embargo, algo habría cambiado y el planeta pasó de ser un lugar potencialmente habitable a un desierto frío y árido.
El rover Curiosity ha estado estudiando la geología de Marte y ha encontrado evidencia de que el planeta habría experimentado una serie de cambios climáticos y geológicos que llevaron a su actual estado. Los científicos creen que la perdida de la atmósfera marciana habría sido un factor clave en la transformación del planeta.
La atmósfera de Marte habría sido mucho más gruesa en el pasado y habría protegido al planeta de la radiación solar y cósmica. Sin embargo, con el tiempo, la atmósfera se fue disipando debido a la falta de un campo magnético fuerte que la protegiera. Esto habría permitido que la radiación solar y cósmica llegara a la superficie del planeta y causara daños a la vida y la geología.
Además, los científicos creen que Marte habría experimentado un enfriamiento global debido a la reducción de la actividad solar y la disminución de la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera. Esto habría llevado a la formación de hielo y nieve en la superficie del planeta, lo que a su vez habría impedido que la vida se desarrollara.
En resumen, los datos del rover Curiosity nos han proporcionado una visión más clara de cómo Marte se volvió inhabitable. La combinación de la perdida de la atmósfera, el enfriamiento global y la disminución de la actividad solar habría llevado a la transformación del planeta en el desierto frío y árido que conocemos hoy en día.