La historia de Mónica Blanco es una de las miles que se han escuchado en los últimos años sobre el éxodo venezolano. Una crisis política y económica que ha llevado a millones de personas a abandonar su país en busca de una vida mejor.
Mónica, una joven venezolana, decidió dejar atrás su hogar y su familia para buscar un futuro más próspero. La decisión no fue fácil, ya que significaba dejar atrás todo lo que conocía y amaba.
En una entrevista con La Brújula, Mónica cuenta su experiencia y la describío como "un divorcio estando enamorado". La metáfora es poderosa y refleja la complejidad de los sentimientos que experimentan las personas que deben dejar su país.
Mónica habla sobre la dificultad de adaptarse a un nuevo país, con una cultura y un idioma diferentes. La soledad y la nostalgia son constantes en su vida, pero también encuentra momentos de alegría y esperanza.
La historia de Mónica es un recordatorio de la resiliencia y la fuerza de las personas que se ven obligadas a abandonar su hogar. A pesar de las dificultades, Mónica sigue adelante, con la esperanza de construir un futuro mejor para sí misma y su familia.
La crisis en Venezuela no muestra señales de mejorar, y miles de personas siguen saliendo del país en busca de una vida mejor. La historia de Mónica es solo una de las muchas que se están viviendo en este momento, y es importante recordar que detrás de cada estadística, hay una persona con una historia y un sueño.