El rebote de mediados de septiembre en OHLA ha sido lo que esperábamos: un espejismo dentro de su importante tendencia bajista principal. Esta oportunidad de venta debe ser aprovechada, ya que la entrada de capitales frescos puede verse mitigada por la falta de confianza en la empresa.
Si bien algunos inversores optimistas pueden ver este rebote como una señal de recuperación, es importante recordar que la tendencia general sigue siendo claramente bajista. La situación financiera de la empresa sigue siendo débil, y no hay señales definitivas de que se esté produciendo un cambio significativo en su dirección.
En este sentido, es fundamental que los inversores sean prudentes y no se dejen llevar por el emocionalismo del corto plazo. Aunque el rebote puedo parecer atractivo, es importante mantener una visión a largo plazo y considerar las posibles consecuencias de invertir en una empresa con problemas financieros significativos.
En resumen, el rebote en OHLA debe verse como una oportunidad para reajustar las posiciones y no como una señal de compra. Es fundamental mantener una mentalidad objetiva y no dejarse llevar por el ruido del mercado. La tendencia bajista puede seguir adelante, y es importante estar preparado para ello.