¿Qué secreto diabólico esconde el llanto de la vid?

En esta época del año, si nos detenemos en un viñedo, podemos observar un fenómeno natural muy interesante que puede resultar desconcertante para algunos y fascinante para otros. Se trata de gotas que caen desde heridas en el tronco y brazos de la vid, o en los cortes de poda, a esto se lo conoce como el “lloro de la vid”.

Este momento marca el inicio de un nuevo ciclo en la vida de la vid, ya que se produce una serie de cambios internos que permiten que la planta comience a prepararse para el crecimiento y la producción de frutos en el próximo ciclo.

La vid, como otras plantas, tiene un sistema vascular que transporta agua y nutrientes desde las raíces hasta las hojas. Cuando se produce una herida en el tronco o en los brazos de la planta, se rompe el tejido vascular y se permite que la savia fluya libremente. Esta savia es una mezcla de agua y nutrientes que se encuentra en la planta y que es esencial para su crecimiento y supervivencia.

El lloro de la vid se produce cuando la savia fluye a través de la herida y alcanza la superficie de la planta, donde se evapora rápidamente debido a la acción del viento y la temperatura. Esto puede crear la ilusión de que la vid está “llorando” gotas de agua.

Es importante destacar que el lloro de la vid no es un signo de enfermedad o estrés en la planta. De hecho, es un proceso natural que permite que la vid se recupere de las heridas y se prepare para el crecimiento futuro. Sin embargo, es fundamental tomar medidas para prevenir las heridas y los cortes en la planta, ya que pueden ser un entry point para patógenos y plagas que pueden afectar la salud de la vid.

En resumen, el lloro de la vid es un fenómeno natural intrigante que puede ser observado en la época de la poda y el crecimiento de la planta. Aunque puede resultar desconcertante al principio, es un proceso natural que permite que la vid se recupere y se prepare para el crecimiento futuro.