El gobierno de Estados Unidos negó categóricamente cualquier participación en un complot destinado a derrocar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Sin embargo, a través de un portavoz del Departamento de Estado, Estados Unidos reiteró su compromiso con una solución democrática para la crisis política que afecta al país sudamericano.
La postura estadounidense se enfoca en buscar una resolución pacífica y democrática a la crisis venezolana, asegurando que respeta la soberanía del pueblo venezolano y su derecho a elegir su gobierno a través de procesos electorales libres y justos.
Aunque se descartó cualquier participación en un complot para derrocar a Maduro, la realidad es que la relación entre Estados Unidos y Venezuela ha sido tensa desde hace varios años, especialmente después de que el gobierno estadounidense impusiera sanciones económicas a Venezuela en respuesta a lo que considera una erosión de la democracia en el país.
No obstante, el Departamento de Estado enfatizó que su objetivo es apoyar al pueblo venezolano en su búsqueda de una solución pacífica y democrática, sin interferir en los asuntos internos del país. Esto sugiere que, aunque se descarta una participación en un complot, Estados Unidos sigue comprometido con la causa democrática en Venezuela.