En 1989, los hermanos Lyle y Erik Menéndez, de 18 y 21 años en ese momento, respectivamente, cometieron un crimen que sacudió a la sociedad estadounidense. Asesinaron a tiros a sus padres, José y Mary, en su hogar de Beverly Hills, California.
Aunque inicialmente intentaron desviar la mirada hacia posibles grupos mafiosos como responsables del crimen, la investigación policial reveló que los verdaderos culpables eran ellos mismos. En 1993, los hermanos Menéndez confesaron sus crímenes y fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Pero ahora, después de más de tres décadas en prisión, la historia de los hermanos Menéndez vuelve a tomar relevancia debido a la participación de un ex miembro del grupo musical Menudo en su juicio. Este nuevo desarrollo ha generado especulaciones sobre la posibilidad de que los hermanos Menéndez puedan obtener la libertad condicional o incluso ser exonerados.
Se desconoce cómo este nuevo testimonio podría afectar las condenas de los hermanos Menéndez, pero lo cierto es que su caso sigue siendo uno de los más intrigantes y controvertidos en la historia del crimen estadounidense. Mientras tanto, el público sigue esperando con ansias la resolución final de este caso que sigue siendo un misterio sin resolver.