La temporada del Bayern Munich sigue siendo una especie de montaña rusa, con altos y bajos que dejan a los aficionados con la boca abierta. Tras la igualdad sorprendente ante el Bayer Leverkusen en la última jornada de liga (1-1), el equipo entrenado por Thomas Tuchel parecía que había vuelto a encontrar su ritmo. Sin embargo, la realidad fue muy diferente en el Deutsche Bank Park de Fráncfort.
El Bayern se enfrentó a un rival complicado como el Eintracht Fráncfort, que ha demostrado ser un equipo duro de batir en su casa. A pesar de que los bávaros tuvieron varias oportunidades de anotar, no pudieron aprovecharlas y se vieron sorprendidos por un fráncfort que luchaba por cada balón.
La igualdad ante el Bayer Leverkusen ya había sido un golpe para el Bayern, pero la derrota ante el Aston Villa en la Liga de Campeones (1-0) fue un duro revés para un equipo que se considera candidato a ganar el título. Los bávaros parecian haber olvidado las lecciones aprendidas en esas dos derrotas recientes y se dejaron llevar por la presión y la ansiedad.
En el último suspiro, el fráncfort aprovechó la falta de concentración del Bayern y anotó el gol de la igualdad. Fue un golpe devastador para los bávaros, que se vieron privados de dos puntos valiosos en la lucha por la clasificación europea. La temporada sigue siendo larga, pero el Bayern debe encontrar la forma de superar estas derrotas y seguir adelante si quiere alcanzar sus objetivos.