El cortometraje de 18 minutos en Netflix ha causado un impacto significativo en la audiencia, y es que en muy poco tiempo, logra transmitir la intensidad del duelo y la pérdida de un hombre que lo perdió todo de repente. La historia sigue a un chofer solitario que se encuentra en el camino con una pasajera misteriosa, y juntos, se sumergen en una conversación que cambia la forma en que él ve la vida y el duelo.

La película empieza de manera lenta, con el chofer conduciendo por la noche, sumido en sus propios pensamientos y recuerdos. La cámara se desplaza lentamente por el interior del coche, mostrando la expresión sombría del chofer, y el sonido del motor y la radio de fondo se convierte en una constante que nos transporta a la soledad de la noche.

De repente, el chofer se detiene en una parada de autobús y recoge a una pasajera misteriosa que sube al coche sin decir una palabra. La tensión se puede cortar con un cuchillo, ya que el chofer no sabe qué esperar de esta mujer que se sienta a su lado, mirándolo con intensidad.

A medida que el viaje continúa, el chofer comienza a abrirse y a compartir su historia con la pasajera, que escucha atentamente sin decir una palabra. La cámara se desplaza hacia ella, y podemos ver la empatía en sus ojos, y cómo ella se conecta con el dolor del chofer.

La historia del chofer es impactante, y es que él perdió a su familia en un accidente de tráfico, y desde entonces, ha estado conduciendo sin rumbo, tratando de escapar del dolor y la culpa. La pasajera escucha atentamente, y cuando el chofer se detiene en un lugar simbólico, ella habla por primera vez, y sus palabras son como un rayo de luz en la oscuridad.

La pasajera comparte su propia historia de pérdida y duelo, y cómo ella encontró la forma de superar su dolor y encontrar la paz. Sus palabras son como un bálsamo para el alma del chofer, y él comienza a ver la luz al final del túnel.

La película termina con el chofer sonriendo, y la cámara se desplaza hacia el horizonte, simbolizando la esperanza y la renovación. La pasajera desaparece tan misteriosamente como apareció, dejando al chofer con una lección que cambiará su vida para siempre.

En solo 18 minutos, este cortometraje logra transmitir la intensidad del duelo y la pérdida, y cómo la empatía y la conexión humana pueden ayudarnos a superar nuestros dolores y encontrar la paz. Es una película que nos hace reflexionar sobre la vida y la muerte, y cómo podemos encontrar la fuerza para seguir adelante en medio de la adversidad.