La noche del Celta fue de gran emoción y suspense. Los pupilos de Giráldez lograron defender como nunca lo habían hecho antes, a pesar de las asombrosas expulsiones de Ilaix y Aspas. La noticia de las expulsiones sacudió a todos los aficionados presentes en el estadio.
Antes de los eventos que cambiaron el curso del partido, el equipo había demostrado una notable primera parte, con destaque especial para el guineano Ilaix. Su destreza y habilidad en el campo parecían llevar al equipo hacia la victoria.
Pero la suerte cambió drásticamente con las expulsiones de Ilaix y Aspas. La tarea de defender se volvió aún más complicada, ya que el equipo se quedó con menos jugadores en el campo. A pesar de esto, los pupilos de Giráldez demostraron su determinación y resistencia.
La hazaña del Celta no solo destacó la habilidad y destreza de sus jugadores, sino también su capacidad para superar obstáculos y dificultades. La expulsión de Ilaix y Aspas pareció ser un golpe duro para el equipo, pero lograron mantener la calma y seguir adelante.
La noche del Celta fue una noche de emoción y suspense, llena de giros inesperados. Aunque la expulsión de Ilaix y Aspas fue un momento delicado, el equipo logró superarla y demostrar su fuerza y determinación.