La huella material más duradera de la DANA será la de las casas y edificios que, tras quedar afectados por la virulencia de la barrancada del 29 de octubre, van a dejar un hueco en la trama urbana.
Según los informes del Instituto Valenciano de la Edificación (IVE), dependiente de la Conselleria de Vivienda, hay más de 300 edificios (en concreto, 305) que tendrán que sufrir demoliciones, ya sean totales o parciales.
El dato sigue creciendo conforme avanzan las inspecciones. En la mayoría de los casos, matizan desde la conselleria, se trata de bajos, viviendas, plantas bajas, las tradicionales casas de pueblo.
No hay edificios con daño estructural que requiera demoliciones. Y, generalmente, se trata de demoliciones parciales.
También se han realizado más de 200 apuntalamientos, lo que demuestra la magnitud de la catástrofe y la necesidad de actuación inmediata para garantizar la seguridad de los habitantes de la zona.
La DANA ha dejado una marca imborrable en la zona, y la demolición de estas viviendas será un recordatorio constante de la devastación causada por la tormenta.
Es importante destacar que la Conselleria de Vivienda y el Instituto Valenciano de la Edificación están trabajando arduamente para evaluar los daños y tomar las medidas necesarias para reconstruir y recuperar la zona.
La comunidad afectada puede tener la certeza de que se están tomando todas las medidas necesarias para garantizar su seguridad y bienestar, y que se están trabajando para reconstruir y revitalizar la zona lo antes posible.