En el Día de los Derechos Humanos, en Amnistía Internacional se llama la atención sobre tres asuntos que han marcado el ritmo de juego entre el deporte y los derechos humanos en 2024. A medida que el mundo sigue celebrando los logros en el deporte, es importante recordar que detrás de cada medalla y cada récord, hay historias de lucha y perseverancia, pero también de abusos y violaciones a los derechos humanos.
En primer lugar, se destacan las condiciones laborales inadecuadas para los trabajadores que preparan los estadios y las infraestructuras para los eventos deportivos. Es común ver cómo los trabajadores enfrentan largas horas de trabajo sin descanso, bajos salarios y falta de seguridad en el lugar de trabajo. Esto no solo afecta a los trabajadores, sino que también impacta en la dignidad y el respeto que se les debe a todos los seres humanos.
En segundo lugar, se analiza la situación de los deportistas que son víctimas de abusos y violencia. Muchos deportistas, especialmente mujeres y menores, sufren abusos físicos y psicológicos por parte de entrenadores, compañeros de equipo y demás personas en posición de poder. Esto no solo afecta su bienestar emocional y físico, sino que también puede tener un impacto negativo en su rendimiento y en su futuro como deportistas.
Finalmente, se destaca la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en la toma de decisiones sobre los grandes eventos deportivos. Es crucial que las organizaciones deportivas y los gobiernos sean transparentes en su toma de decisiones y que se garantice la participación de todos los grupos interesados, incluyendo a los deportistas, los trabajadores y las comunidades locales.
En conclusión, el deporte y los derechos humanos están estrechamente relacionados. Es importante reconocer que el deporte puede ser una herramienta poderosa para promover la justicia social y los derechos humanos, pero también puede ser una fuente de abusos y violaciones. En Amnistía Internacional, seguiremos trabajando para garantizar que el deporte sea un espacio seguro y respetuoso para todos, y que se protejan y promuevan los derechos humanos en todos los ámbitos del deporte.