¿Está Ecuador al borde del colapso energético? La crisis que nadie vio venir

Con la bonanza petrolera de los 70, Ecuador experimentó un cambio significativo en su infraestructura energética, lo que permitió un crecimiento en la electrificación del país. Sin embargo, en pleno siglo XXI, el país se enfrenta a una crisis energética sin precedentes, con apagones frecuentes y una falta de previsión que deja a los ciudadanos en la oscuridad.

Según expertos en el sector, la crisis energética actual es la peor de los últimos 61 años, superando incluso los problemas de falta de electricidad que se vivieron en los años 60. En ese entonces, la falta de electricidad era un problema común, pero en la actualidad, la situación es aún más grave debido a la falta de inversión en la infraestructura energética y la falta de previsión para abordar la creciente demanda de electricidad.

La bonanza petrolera de los 70 permitió a Ecuador invertir en la construcción de grandes proyectos de generación de energía, como la Central Hidroeléctrica de Paute y la Central Termoeléctrica de Shushufindi. Estos proyectos permitieron un crecimiento significativo en la electrificación del país, y Ecuador alcanzó niveles de cobertura de electricidad similares a los de otros países de la región.

Sin embargo, en las últimas décadas, Ecuador no ha invertido lo suficiente en la modernización de su infraestructura energética, lo que ha llevado a una falta de capacidad para abordar la creciente demanda de electricidad. Además, la falta de previsión y la falta de políticas energéticas claras han contribuido a la crisis actual.

Según datos del Ministerio de Energía y Minas, en 2022, la demanda de electricidad en Ecuador aumentó un 5% con respecto al año anterior, mientras que la generación de energía solo aumentó un 2%. Esta brecha entre la demanda y la oferta ha llevado a una serie de apagones en todo el país, afectando a miles de hogares y empresas.

La crisis energética también ha tenido un impacto significativo en la economía del país. Según un informe del Banco Central del Ecuador, en 2022, la pérdida de producción debido a los apagones ascendió a más de $100 millones. Además, la falta de electricidad ha afectado a la industria manufacturera, que es una de las principales fuentes de empleo en el país.

Para abordar la crisis energética, el gobierno de Ecuador ha anunciado una serie de medidas, incluyendo la inversión en la modernización de la infraestructura energética y la promoción de la generación de energía renovable. Sin embargo, estos esfuerzos pueden tardar en dar resultados, y en el corto plazo, los ciudadanos de Ecuador seguirán sufriendo los efectos de la crisis energética.